Las condiciones climáticas y su eco en las cosechas, así como la crisis de suministros y la subida de costes de logística han provocado un aumento de los precios del café, una vez más, sin precedentes.
El precio del café ha vuelto a anotar en las últimas semanas su máximo histórico. A la constante subida de la electricidad, la gasolina y el transporte se une ahora un elemento protagonista de nuestra rutina, el café.
Los problemas de suministro global han sido una de las claves para propiciar esta subida récord. La oferta mundial se encuentra, en ese sentido, en un tira y afloja, ya que las reservas se mantienen en niveles bajos, que junto a suman otras problemáticas logísticas en el comercio mundial marítimo y el aumento de los costes de fertilizantes.
En este sentido, compañías como Bloomberg, asesoría financiera, anunciaba hace unos días que el precio del oro marrón estaba llegando a máximos históricos motivado por esos problemas de suministros; unido a la problemática que arrastra el cultivo del café desde hace tiempo, el clima y las malas cosechas.
Y aunque si bien en el usuario final este aumento podría tardar en experimentarse hasta más de seis meses, en lo que al canal horeca se refiere, la cosa cambia. De hecho, ya hay cafeterías que han anunciado a sus consumidores una subida de precios debido a toda la problemática de la bebida; esperando que esta acción sea algo temporal.
Otras, en cambio, ubicadas generalmente en zonas más locales y municipios, mantienen firme su precio de siempre, ubicado en torno al 1€ o 1,20€. Ahora bien, en las urbes, y más ahora, es raro encontrar esta bebida por debajo de los 2€. Aunque en este sentid, habría que valorar la calidad del producto y las formas de elaboración.
¿Qué pasará con las existencias de café?
Como ya señalan algunos expertos, esta situación podría desencadenar, como decíamos, un aumento de precios generalizados en las cafeterías, restaurantes y otros establecimientos que trabajan con el café, como podría ser el vending y el OCS.
Hablamos ya de más de un 100% de aumento en el precio del café en el último año, y ante esa subida, el sector debe ser valiente y trasladar al usuario que es una problemática no solo para su bolsillo, también para la empresa que presta el servicio.
En cuanto a las existencias, compañías tostadoras como la italiana illy, presente en el sector de la distribución automática, señalaba hace tiempo que, con el ritmo de consumo, producción y la problemática vinculada, 2040 podría ser la fecha del fin de las existencias de la bebida.