El First Republic Bank se ha derrumbado en casi un 50%. Una caída brutal que ha llevado a paralizar la cotización de su acción. ¿A qué se debe? Principalmente al miedo. Temor a que el banco estadounidense quiebre debido a la retirada de más de 100.000 millones de dólares en depósitos. Se dice pronto.

Porque la crisis bancaria sigue muy presente en la mente de los inversores. Primero fue el Silicon Valley Bank, en la que es la caída más grande desde 2008 en Estados Unidos. Luego fue el Signature Bank. Ahora es el First Republic Bank el que está en la cuerda floja.

Todos quieren su dinero en otro lado. El banco de San Francisco ha explicado que para detener la fuga de depósitos ha conseguido apoyo de un grupo de grandes bancos por valor de 30.000 millones de dólares. Insuficiente, según los inversores.

El recorte de plantilla no ha sido suficiente.

El derrumbe del First Republic Bank se preveía. A principios de año anunció una ronda de despidos de hasta el 25% de su plantilla. Tampoco suficiente. Para hacerse una idea, el banco ha perdido casi el 58% del dinero que guardaba. Desde la crisis con el Silicon Valley Bank han perdido más de un 93% de su valor.

Igual de grande que el SVB antes de la caída. No estamos precisamente ante un banco pequeño. Fue fundado en 1985, cuenta con más de 5.000 empleados y 80 oficinas. A finales de 2022 estaba considerado el 14º banco más grande de Estados Unidos, muy similar en tamaño al Silicon Valley Bank antes de su caída.

Por esa fecha manejaba unos 212.000 millones de dólares en activos. Según los datos financieros del último trimestre, ahora disponen de unos 104.000 millones. Teniendo en cuenta que además le prestaron unos 30.000 millones. Una sangría que ha provocado el pánico entre los inversores al descubrir esos números.

El problema con los clientes de alto nivel. El First Republic Bank ha tenido tradicionalmente buena reputación, con clientes de alto poder adquisitivo entre los que también se encontraba Mark Zuckerberg, CEO de Meta.

Sin embargo, ese alto nivel de sus clientes es un arma de doble filo. ¿Por qué? Básicamente porque el seguro de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos solo cubre hasta 250.000 dólares. En caso de que el banco quiebre, todo el resto se pierde. De ahí que muchos de estos clientes hayan decidido adelantarse.