Aunque por ahora parece encapsulado, la tensión continuará, las abiertas posiciones de otros países en Europa a brindar ayudas y tropas. El impacto principal sería vía el precio del petróleo. Pero pesa mucho una cuestión previa al ataque iraní: empresas e inversores parecen haber entrado en una etapa de reducción de riesgos, algo que en principio no favorece.

Los mercados siguen de cerca una posible escalada del conflicto en Medio Oriente, que de producirse tendría impacto tanto en la economía mundial.

A nivel mundial, el conflicto puede generar alguna suba de precios en petróleo y sus derivados. Pero de todas maneras eso puede alterar un poco los planes de inversión que el global podía tener, por la incertidumbre”.

“Es posible también que el conflicto genere alguna suba en los precios del oro, como consecuencia de la búsqueda de solidez ante la incertidumbre; que la inflación en el mundo no baje y entonces no bajen las tasas de interés en los Estados Unidos o en Europa, lo cual impide que los precios de los granos suban