Los precios del petróleo han experimentado una gran volatilidad en las últimas semanas.

El pesimismo sobre la recuperación de las economías asiáticas desencadenó fuertes bajadas antes de que el corte del 95 % de la actividad en las plataformas petrolíferas en el Golfo de México, provocado por el paso del huracán Ida, impulsara subidas.

Al reducirse la intensidad de Ida, convertido ya en tormenta tropical, volvía la tendencia bajista: el barril del petróleo Brent, la referencia en Europa, que ayer terminó a más de 73 dólares, cotizaba hoy a 72,1 dólares, mientras que el del petróleo intermedio de Texas (WTI), referente en EEUU, retrocedía un 0,2 % y rondaba los 69 dólares.

La OPEP y sus aliados, entre ellos Rusia, celebran este miércoles una videoconferencia para estudiar si la situación del mercado mundial de crudo requiere un reajuste del acuerdo vigente, que consiste en ir aumentando gradualmente la producción petrolera en 400.000 barriles diarios cada mes.

Con esa medida, sancionada el pasado 18 de julio, los 23 países de la alianza conocida como OPEP+ pretenden devolver al mercado los cerca de 5,4 millones de barriles diarios (mbd) de crudo que aún mantienen bajo tierra, del gran recorte pactado en 2020.

Así, la reducción en 9,7 mbd -cerca del 10 % de la oferta petrolera mundial- acordada en abril del año pasado para hacer frente a la crisis del coronavirus quedaría en 3,8 mbd el próximo 1 de enero, antes de llegar a cero en septiembre de 2022.

Esta estrategia se ajusta a las previsiones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), según las cuales el consumo de «oro negro» del planeta mediará los 96,6 mbd en todo 2021, es decir, 6 mbd más que el año pasado.